El desembarco de Mauricio Macri en la campaña de María Eugenia Vidal se convirtió en una comedia de enredos

Mauricio Macri finalmente compartió una actividad de campaña con María Eugenia Vidal. Luego del distanciamiento que tuvieron tras el final de sus gobiernos y que se acrecentó cuando el expresidente le planteó a la exgobernadora que ella debería competir en la provincia de Buenos Aires, las dos figuras derrotadas de Cambiemos volvieron a mostrarse sonrientes. No obstante, en la organización del encuentro se evidenciaron las tensiones. Hubo idas y vueltas sobre el lugar de la reunión, que se modificó a último momento, y un intento por reducir la presencia de la prensa. Entre las declaraciones que Macri le regaló a la precandidata, estuvo una en la que advirtió que era “obsceno hacer una elección en este momento”. Una curiosidad: Juntos por el Cambio se opuso a suspender y demoró su apoyo para postergar las PASO.

Macri buscó que el acto con Vidal tuviera mucha visibilidad, mientras que en el equipo de campaña de la ex gobernadora bonaerense intentaron evitar a la prensa. Quizás por eso mientras desde el entorno del expresidente confirmaban el jueves el encuentro, desde el comando de campaña decían que no había nada previsto. Cerca del exmandatario filtraron que se iba a realizar en el Museo Sivorí y, de la noche a la mañana, el comando de Vidal lo mudó al Museo Fernández Blanco “por razones logísticas”. En el Gobierno porteño dijeron que nunca estuvo previsto el otro sitio. Fotógrafos y camarógrafos recorrieron la Ciudad “a la caza” de los dirigentes, que buscaban que las únicas imágenes que se difundieran fueran las suministradas por ellos mismos. No es una estrategia nueva: Macri hacía lo mismo con los timbreos.

Mejor suerte tuvo un periodista de la señal TN que entrevistó al expresidente apenas llegó al lugar. Le consultó que si se iba a juntar con Vidal “públicamente” y Macri se extrañó: “Sí, publicamente. Las campañas son públicas”. Esa era la intención, pero luego la actividad que compartió con Vidal y con la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, fue cerrada a los medios.

Macri dejó otros dos conceptos antes de ingresar al encuentro. Dijo que “hay que ir a votar, aunque sé que suena obsceno una elección en este momento con tantos problemas acerca del futuro del trabajo, la inseguridad, el pésimo manejo de la pandemia, el abuso de poder del Gobierno. La herramienta que tenemos es ir a votar, así que hay que ir y decirle a la gente que nos acompañe para decirle: ‘Basta’ “. Luego ingresó al encuentro con Vidal, Acuña y algunos padres y madres previamente seleccionados para hablar de la educación en pandemia.

No obstante, pese a las primeras versiones sobre la reunión, el grupo Padres organizados salió a desmentir que hubiera formado parte de esta actividad de campaña. “Desde Padres organizados CABA informamos que no tenemos acordada ninguna reunión con Macri, Acuña, Larreta y Vidal. La información es incorrecta”.

En el entorno de Vidal, culparon de la mala información y de todas las filtraciones sobre donde se hacía el encuentro a Macri y su necesidad de mostrarse.

No obstante, el encuentro se hizo. Macri escuchó con rostro adusto las penurias que sufrieron padres y madres en la cuarentena (no se sabe si le hablaron de los problemas de conectividad en la Ciudad, que el Gobierno porteño no resolvió o de la ausencia de mejoras en la infraestructura escolar). “Lamentablemente, el daño causado sobre los alumnos es imperdonable y tal vez irreparable”, sentenció el ex presidente. “Es muy importante lo que hicieron estos padres y madres durante la pandemia. Reclamaron por el derecho de sus hijos a tener una educación presencial y de calidad y lo lograron, se transformaron en una voz política fundamental en el debate sobre la educación de nuestros chicos”, aseguró Macri, quien levantó la bandera de la educación pese a haber ajustado ese área todos los años que fue jefe de Gobierno y haber eliminado la paritaria nacional docente como presidente. Aún se investiga judicialmente el destino del dinero para la construcción de jardines de infantes durante sus años en el Gobierno nacional.

“El kirchnerismo cruzó un barrera delicada: se metió en nuestras casas y con nuestros hijos”, planteó Vidal, sentada junto a una persona que tuvo más de una causa por espionaje ilegal. “Las familias han luchado como nunca antes para preservar y recuperar la educación de sus hijos, por eso fue muy importante la decisión de Horacio, Soledad y todo el equipo de educación del gobierno de la Ciudad de dar una pelea muy decidida para que las escuelas permanezcan abiertas y se pueda garantizar la educación presencial, porque sabíamos que las aulas no era foco de contagios y los chicos debían recuperar su rutina de clases”, dijo la precandidata a diputada de Juntos por el Cambio, que en 2020 se mostró a favor de los cuidados, pero ahora los critica.

Con este encuentro, Larreta sumó a Macri en uno de los distintos donde considera que no le resta (o no le resta tanto). La participación del expresidente era casi inevitable, habida cuenta de su intención de mostrar que no está jubilado, así que lo que hace el larretismo es buscar que genere el menor daño posible. De hecho, analizaban que le podía servir a Vidal para contener al núcleo duro y no perder votos a manos del ultraliberal Javier Milei o de su contrincante interno en Juntos por el Cambio, Ricardo López Murphy. La estrategia de Larreta hacia Macri seguirá siendo usarlo en los lugares donde el jefe de Gobierno considera que el expresidente le sirve: eso incluye una recorrida la semana que viene por el interior de la provincia de Buenos Aires con Diego Santilli. En ese distrito, el ex vicejefe de Gobierno porteño debe restar la ventaja que le saca el radical Facundo Manes.

Macri y Vidal hicieron un esfuerzo por mostrarse sonrientes en el encuentro, pese a que tienen una distanca notoria desde el final de sus gobiernos en 2019. En su libro Mi camino, la ex gobernadora dejó en claro que no compartió muchas de las decisiones de los dos últimos años de la presidencia. Y Macri le dijo en un encuentro en junio que él consideraba que ella debía ser candidata en la provincia de Buenos Aires y no en la Ciudad, lo opuesto a lo que terminó haciendo.

Tras el hermetismo con el que manejaron este encuentro, no está el todo claro si habrá más fotos de Vidal con Macri en la campaña hasta las PASO o si con una ya tuvo suficiente.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/362790-el-desembarco-de-mauricio-macri-en-la-campana-de-maria-eugen

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