Frente a un complejo panorama social, los guatemaltecos eligieron nuevo presidente este domingo, en una segunda vuelta entre el candidato de derecha y defensor de la pena de muerte, Alejandro Giammattei, y la socialdemócrata e impulsora de programas sociales, Sandra Torres. Los primeros resultados se esperan hacia las 21 hora local (medianoche de Argentina), aunque se proyectaba, como en primera vuelta, un recuento de votos lento.
Quien asuma la presidencia tendrá que lidiar con datos preocupantes. La desnutrición crónica llegó, bajo la gestión de Jimmy Morales, a afectar al 46 por ciento de los niños menores de 5 años. El índice de pobreza, por su parte, trepó al 59 por ciento. La violencia deja un saldo de 4500 asesinatos anuales. El Triángulo Norte de Centroamérica (integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras) es la región sin conflicto armado más violenta del mundo, según la ONU, y en el último año generó masivas oleadas migratorias hacia Estados Unidos.
Ambos candidatos presidenciales evitaron referirse al acuerdo firmado a fines de julio con el gobierno estadounidense, que buscaba convertir a Guatemala en “tercer país seguro”, lo que implica recibir a migrantes que tenían el objetivo de pedir asilo en territorio norteamericano. Este acuerdo sacudió la recta final de la campaña, y generó múltiples críticas y acciones legales.
En 2015, los guatemaltecos vieron una esperanza de atacar la corrupción, otro de los temas que preocupan a la sociedad, tras el arresto del presidente Otto Pérez, motivado por la labor de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Pero esas esperanzas se diluyeron con el fin de las funciones de la CICIG en septiembre, ya que Morales desistió de ampliar su misión hasta 2021, luego de que el ente y la fiscalía solicitaran investigarlo por el financiamiento ilegal de su campaña.
Torres: el impulso de programas sociales
La ex primera dama Sandra Torres, de 63 años, buscó por tercera vez la presidencia del país. Licenciada en Ciencias de la Comunicación y empresaria, Torres había sido candidata en 2011, pero debido a su divorcio del ex presidente Álvaro Colom, su postulación fue inhabilitada por la ley del país, que no permite presentarse a familiares directos del presidente de turno.
Torres fue candidata por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), partido de peso en el país, por el que gobernó su ex marido, y que se define como “socialdemócrata”. Recibió un fuerte apoyo de la población (fundamentalmente en zonas rurales), gracias a su promesa de implementar programas sociales asistenciales, que ya impulsó como primera dama, en materias como salud, seguridad alimentaria o educación.
Giammattei: la vuelta de la mano dura
Alejandro Giammattei, médico de 63 años, volvió a presentarse este año, tras haber buscado la presidencia también en tres ocasiones (bajo el paraguas de diferentes partidos). Esta vez compitió por VAMOS, agrupación de derecha con un fuerte discurso pro-militar. El candidato propuso, por ejemplo, la reactivación de la pena de muerte, y la aplicación de mano dura para hacer frente al crimen y el narcotráfico. En lo económico, por último, propuso crear “un muro de inversión” en la frontera con México para frenar la migración.
Su paso por el Sistema Penitenciario, que dirigió entre 2005 y 2007, no estuvo exento de escándalos. Durante su dirección, fueron asesinados siete presos en la Granja Penal Pavón, durante la llamada Operación Pavo Real, organizada oficialmente para recuperar el control del centro penitenciario. La justicia comprobó que se trató de una acción deliberada, y acusaron a Giammattei y otros funcionarios por su participación. Tras diez meses en prisión, un juzgado cerró el caso y Giammattei pudo recuperar la libertad.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/211681-pobreza-violencia-y-corrupcion-los-desafios-de-guatemala