"Vamos a dar vuelta esta página negra"

“La Argentina no está dividida entre radicales y peronistas, nos dividen los proyectos”, aseguró el candidato a la presidencia por el Frente de Todos, Alberto Fernández, al cerrar el congreso nacional del gremio bancario. “Un chico que cayó en la pobreza es un chico que no tiene mañana. Quieren hacernos creer que es consecuencia del mundo moderno, pero es consecuencia de la inmoralidad de este Gobierno”, destacó Fernández, en medio de los aplausos y mientras se escuchaba cantar “vamos a volver”, ya un clásico del kirchnerismo que de a poco se va transformando en un llamado a la militancia para las elecciones. El acto en la sede de La Bancaria mostró nuevamente al peronismo unido: junto al candidato a presidente estuvieron los gobernadores de Tucumán, Juan Manzur, y de Chubut, Mariano Arcioni, hombre de Sergio Massa.

“¿Creemos que la mano invisible del mercado va a arreglar el flagelo social? Esa mano invisible no es invisible tiene un guante blanco y son las que se llevan los dólares del Banco Central”, afirmó Alberto Fernández, apuntando a la fuga de divisas que día a día empobrece a la Argentina. “Mes a mes, los argentinos estamos dejando salir miles de millones de dólares de las reservas para que algunos pícaros hagan sus negocios, y el negocio que tenemos que hacer es terminar con los pobres y que todos los argentinos tengan trabajo”, apuntó Fernández, levantando a los trabajadores bancarios de sus asientos. “Esta Argentina es invivible. La riqueza está en la educación, en la ciencia, en el desarrollo y no en el sistema financiero”, agregó el postulante del Frente de Todos.

Entre las personalidades que asistieron al congreso se vieron varios diputados, casi todos de la Corriente Federal de Trabajadores, línea interna de la CGT en la que milita el sindicalismo combativo. Walter Correa, líder del gremio de Curtidores, Vanesa Siley, de los trabajadores judiciales de la Ciudad de Buenos Aires, ambos diputados, pero también el secretario general de los gráficos, Héctor Amichetti. El legislador Carlos Tomada, ministro de Trabajo durante los doce años de kirchnerismo, conversaba con la ex presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont. A un lado, junto al cooperativista Carlos Heller, observaba con un gesto de satisfacción el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja, uno de los mayores impulsores del proceso de unidad del peronismo. Más tarde se unió el diputado alfonsinista Leopoldo Moreau. Entre los delegados se encontraba el diputado provincial Miguel Funes, en su condición de trabajador bancario.

“Sólo piensan en el mundo financiero, sólo esperan si el mercado sonríe… Cuando el mercado ríe, llora mucha gente (Mauricio) Macri, de una vez por todas date cuenta”, destacó Fernández.

Apenas llegó del viaje que realizó a Tucumán, donde estuvo con el gobernador Manzur, el candidato dijo a la prensa que va “a convocar a los que creyeron en Macri, no son culpables, fueron estafados. Vamos a invitarlos porque quiero que el 10 de diciembre metamos presa a la palabra venganza, vamos a meter presa a la venganza para siempre”.

Cuando comenzó su discurso, Fernández se dirigió a Palazzo: “Sergio tiene además otra condición, que es la de ser radical, y eso lo hace a uno dudar mucho, porque cuando uno lo escucha, uno dice ‘Sergio es peronista’”, provocando algunas risas entre los bancarios y agregó: “También uno dice, ‘¿no será que yo soy radical?’. Saben lo que pasa, la Argentina no se divide hoy entre radicales y peronistas, nos dividen los proyectos”, dijo, exponiendo un escenario político en el que parte del radicalismo está en el Frente de Todos mientra la UCR formalmente está en Cambiemos, que también cuenta con aliados de origen peronista, aunque en mucha menor medida después de la unificación de la mayoría del justificialismo detrás de su candidatura.

Fernández se refirió al “laberinto que nos van a dejar” y lo vinculó con las condiciones en que asumió como jefe de Gabinete, hace 16 años, después de la crisis económica y social generada entonces por las políticas neoliberales: “En el 2003 lo hicimos con Néstor (Kirchner) de capitán. Esta vez la circunstancia histórica me puso a mí en su lugar y vamos a volver a salir”, dijo. “Dejen de confiar en la teoría liberal y dense cuenta de lo que pasa cuando los liberales se hacen cargo: vamos a dar vuelta esta página negra. El 10 de diciembre, con mucha responsabilidad, vamos a construir la Argentina que nos merecemos”, cerró Fernández su discurso, después de convocar a toda la militancia para llegar con fuerza a las urnas en octubre.

Al comienzo del encuentro, el primero en tomar la palabra fue Palazzo. Tras ratificar el apoyo a la fórmula encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el dirigente gremial destacó que “no hay opciones más que ellos porque son quienes se hicieron cargo junto con Néstor Kirchner de la etapa más dura y crítica de la Argentina”. En medio de los cantos de apoyo, Palazzo señaló que “el país necesita de la unidad de todo los sectores que tenemos el mismo pensamiento nacional y popular, independientemente de nuestro origen partidario o actividad”. Resaltó los doce años de kirchnerismo “que nos hicieron subir peldaño a peldaño a los trabajadores y los sectores que menos tienen”.

El dirigente de la CFT hizo un repaso por la gestión macrista. “Macri va a dejar un país en llamas, con inflación del 57 por ciento, dos dígitos de desempleo, 280 mil puestos de trabajo perdidos en el último año, 18 mil pymes cerradas, pérdida del poder adquisitivo y un endeudamiento que va a condicionar cualquier próximo mandato”, y reflexionó que “de esto se sale con mayor inclusión, con mayor participación de los trabajadores, con una mejor distribución de los ingresos y haciendo real el principio de justicia social que Perón y Evita instalaron en la Argentina”.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/202768-vamos-a-dar-vuelta-esta-pagina-negra

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