El autismo es un trastorno infantil infrecuente donde el niño permanece ensimismado todo el tiempo y no puede relacionarse ni comunicarse con las demás personas, y se trata con psicoterapia y otras terapias naturales y alternativas.
Concepto: Trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Actualmente queda clara la relación del Autismo con la esfera intestinal o el bien conocido eje cerebro-intestinal a tal punto que se ha desarrollado lo que hoy conocemos como el Protocolo Biológico (Protocolo DAN!)
Estos tratamientos son conocidos desde hace más de cuatro décadas, cuando el Dr. Bernard Rimland, investiga los efectos de las altas dosis de vitaminas en los pacientes con Autismo. La aparición de cambios positivos en el comportamiento de estos pequeños, lo indujo a pensar que más allá de ser el autismo una patología cerrada, es decir, donde no hay posibilidades de acciones externas, cabía la posibilidad en cambio, de modificar el comportamiento. Ese fue el inicio de una trayectoria que ha pasado por diversos autores que mencionamos a continuación:
1978- Se habla por primera vez de los “efectos tóxicos” de algunos alimentos.
1981- El Dr. Reichelt, demuestra que la digestión incompleta del Glúten y Caseína, producen sustancias opiodes, que pueden ser absorbidas por el intestino.
1991- El Dr. Shattock, demuestra que dichas sustancias son elementos importantes en el comportamiento de los niños con Autismo y TDHA.
El Dr. Waring, de la Universidad de Birmingham de Londres, revela que estos niños presentan el déficit de una enzima conocida como Sulfuro Transferasa, responsable de detoxificar el organismo y de eliminar los excesos de hormonas y neurotrasmisores, así como la falta de metabolización de los fenoles.
Las observaciones realizadas por el Dr. Teuvo Rantala, nutricionista clínico, (Helsinky), revelan que la los opioides son la causa base del Síndrome Autista, que el Autismo no se debe considerar como déficit mental y que la valoración temprana del niño, es fundamental para su recuperación, siendo ideal la valoración del Riesgo Autista por debajo de los 5 años.
El Dr. Jon Pangborn, publica “Autismo, Efectividad de los tratamientos Biomédicos” (Abril 2005). Es también un gran defensor de la tesis que relaciona el thimerosal (mercurio) en las vacunas y el Síndrome Autista.
Actualmente la secuencia del Protocolo es la siguiente: Solicitud de estudios de metales tóxicos, alergia a metales, disbiosis intestinal y analíticas convencionales, una vez recuperado el desequilibrio de la biota intestinal, se procede al plan de desintoxicación que dependerá de la edad y el tipo de metal tóxico presente entre otras variables a revisar por el toxicólogo. El proceso puede llevar de 6 meses a 4 años dependiendo de la gravedad de los desequilibrios encontrados.
Patricia Tenaglia, Terapeuta Holística en el programa de Adriana Gaitán conversó sobre este tema .
Compartimos la charla.