La cúpula del PRO tuvo una nueva reunión el lunes por la noche en la casa del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, donde comieron un asado. Se trata de encuentros que se repetirán cada 15 días para dar muestras de unidad. Estuvieron el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el vicejefe Diego Santilli; el viceministro del Interior, Sebastián García de Luca; el secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis; el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai; el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre y el intendente de Vicente López, Jorge Macri.
Algunos de los comensales no les ven sentido a esas reuniones masivas, solo para decir que sigue en pie el equipo, lo que se evidencia en la velocidad de partida de algunos de los participantes. El vicepresidente de la Legislatura, Francisco Quintana, se retiró temprano. Jorge Macri, que estuvo muy locuaz, se fue a las 21.35 por el cumpleaños de su hijo; a las 21.45 se fue Larreta, a las 22, Vidal y a las 22.15, Marcos Peña, quien informó de una leve mejora en las encuestas de Macri.
En el encuentro, donde se discutió sobre la estrategia nacional y bonaerense, hubo un pacto de no filtrar lo que se conversó, que se tradujo en un inusual hermetismo, tal vez por miedo a que circularan las críticas a Carrió. Fue inútil: Carrió igual salió a contestarles.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/193849-asado-con-sabor-amargo