Bruglia y Bertuzzi no renuncian y hasta quieren concursar sus cargos

Los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi volvieron este lunes a los cargos donde habían sido trasladados por el macrismo en la Cámara Federal de Comodoro Py. Después del fallo de la Corte Suprema, que estableció que esas designaciones no son nunca permanentes, el dúo había extendido su licencia por cinco días más, para reflexionar sobre sus próximos pasos. Ya de regreso, tras el “banderazo” opositor del 8N, dejaron trascender que no renunciarán y que se presentarían al concurso para los lugares que ellos mismos cubren, opción ofrecida por los supremos. Especulan, según contaron sus colaboradores a este diario, con que se prolongue el proceso de selección y cambie la composición del Consejo de la Magistratura y haya una mayoría que los favorezca. También tienen pensado pedir que haya ONG que auditen el procedimiento. 

La Corte firmó su sentencia en el per saltum de Bruglia y Bertuzzi después de dos meses de juego de misterio y consignas autodenominadas republicanas que lograron hacer de la discusión de los traslados de jueces y juezas una pelea política. La decisión fue criticada tanto la oposición, como el oficialismo y el dúo BB. Pero a medida que pasaban las horas y los días, la cuestionaron todos, al menos en voz baja. No sólo porque el tribunal repartió críticas, dejó al Senado en una posición decorativa (tras haber llamado a una decena de audiencias públicas para revisar designaciones) y al Consejo de la Magistratura muy mal parado, sino porque como estableció criterios generales para todos los traslados, ahora ningún organismo sabe bien qué hacer. La única certeza, igualmente relevante, es que el Consejo sí planea llamar a concurso para los cargos que ocupan los dos hombres en pugna en la Sala I de la Cámara Federal y el oficialismo especula con poder terminarlo en un tiempo récord de seis meses. La Corte advirtió que el promedio habitual de duración es de tres años y medio. El ala opositora de consejeros había hecho circular, como chicana, la idea de que con el criterio supremo habría que llamar a concursos para más de 60 lugares, incluyendo ejemplos de hace años como el de María Servini.

Bruglia y Bertuzzi estuvieron este lunes en los despachos que habitaron desde 2018 en en esa Cámara que en los últimos años respaldó entre otras cosas la causa de los cuadernos y dio vigor a la doctrina “Irurzun”. Ahora el mayor volumen de casos sensibles que hay allí son los que atañen a Mauricio Macri y su gabinete. El tribunal, en esencia, revisa lo que hacen los jueces y juezas de primera instancia y en ocasiones hasta imparte directivas. Germán Castelli, el otro juez que inició una demanda para ser reconocido como definitivo en el Tribunal Oral Federal 7, que justamente tramita la causa de los cuadernos, también volvió a su silla en los tribunales de Retiro.

El fallo de la Corte rechazó reconocerle a Bruglia y Bertuzzi el carácter que pretendían de integrantes definitivos de la Cámara Federal donde el macrismo los había llevado trasladados con aprobación del Consejo de la Magistratura y luego por el Poder Ejecutivo entonces a cargo de Macri. Si quieren quedarse con el cargo, dijeron los supremos, van a tener que rendir examen. Se deberá abrir en el Consejo un concurso específico para estos puestos, señaló. Castelli, cuyo planteo la Corte resolvió dos días después, tendrá que esperar una sentencia sobre el fondo, de la jueza de primera instancia. La preocupación para los medios afines a la oposición, es si Castelli estará para juzgar a Cristina Fernández de Kirchner.

El eje de la controversia por la Cámara Federal pasa por cómo quedará integrada. Después del banderazo del “8N” que tuvo entre sus consignas la defensa de los jueces atrincherados, el pedido de que no renuncien y las críticas a la Corte, el dúo BB hizo saber que seguirá su pelea y que va a concursar, pese a que el fallo supremo les pareció jurídicamente cuestionable. Para Bruglia será la primera vez que rinda examen, porque cuando fue designado en los noventa aún no existían y todos los nombramientos eran a dedo. Hasta que llegó hoy junto con Bertuzzi el tribunal estaba solo integrado y manejado por Martín Irurzun y Mariano Llorens. A los cuatro, la oposición los considera jueces afines. 

Los 13 miembros del Consejo se reunieron el viernes último, algunos a través de representantes, y la mayoría oficialista pasó en limpio que lo único que tiene en claro es que cubrirá cuatro lugares en la Cámara de Comodoro Py. Este jueves se reúne la comisión de selección, que preside la peronista Graciela Caamaño, que está dispuesta a agilizar el concurso y que acompañó este año al oficialismo en el cuestionamiento de una decena de traslados. En el organismo acotan que si ahora el dúo BB se decide a concursar, eso no les garantiza el ingreso a una terna y menos ser elegidos por el Poder Ejecutivo. A lo que Bruglia y Bertuzzi apuestan es a que el concurso se demore y cambie la integración del Consejo, con las elecciones legislativas del año próximo. 

Para las otras dos vacantes el concurso está avanzado, pero hay un juez, Eduardo Farah, que integró esa cámara por concurso y que había pedido un traslado (primero a Penal Económico, luego a San Martín) durante el gobierno de Cambiemos, por presiones y amenazas por liberar a los dueños del grupo Indalo, según dijo en el Senado. Allí planteó también que quiere volver. Es una encrucijada para los consejeros, que deben decidir si eso es viable y cómo sería el mecanismo para que regrese. Farah hizo consultas en el Consejo y analiza presentar un pedido si es necesario. A la vez, no se sabe si el Senado que lo recibió en audiencia para rever su pliego, hará algo. En la Cámara alta tampoco tienen decidido qué harán con los pliegos pendientes de revisión.

Los interrogantes sobre qué hacer con todos los demás traslados que no son los de los jueces que iniciaron demandas son consecuencia de un tramo del fallo de Corte que incluyó pautas generales. El tribunal dijo que los casos del trío BBC no son aislados sino que reflejan un mecanismo “inconstitucional” arraigado para nombrar jueces sin concurso ni acuerdo. Eso es lo que generó irritación en el Consejo y en el Senado, frente a quienes –además— Asociación de Magistrados y también una de sus listas comenzaron a ejercer presión. Por que es obvio que entran en discusión todos los traslados que el Consejo había cuestionado (10), los que había relevado sin criticar (28 más) y los que agrega la oposición. Este debate, todo indica, será dilatado.