“Santiago es un cachetazo al sistema capitalista y machista, al hombre exitoso y que consume, él rechazaba todo eso: en sus bolsillos había forros porque amorosamente se cuidaba y cuidaba, imaginate el ser de luz que era”. Verónica Heredia habla y piensa rápido, reflexiona sobre el fallo que reabrió el caso Maldonado, habla con Página12 y se indigna porque, una vez más, su difusión estuvo acompañada de maniobras. “Hay que poner claridad, el fallo de la Cámara de Comodoro Rivadavia ni una sola vez menciona la palabra ‘abandono’, tampoco dice ‘hay que investigar abandono de persona”, lo que sucede es que hábilmente habla de que no se investigó el nexo causal entre la omisión de los gendarmes o los mapuches. Si el fallo no dice abandono de persona, ¿para qué vamos a acotar nosotros el objeto de investigación?”, expresó la abogada.
–¿Entonces qué sucedió? ¿Preguntamos y respondimos por una deducción?
–Cuando fui a buscar el fallo en la Cámara me crucé con el juez Leal de Ibarra. Me anticipó ‘mirá que descartamos desaparición forzada y decimos que se investigue abandono de persona’. Así me dijo. A los pocos minutos me cuentan que en Infobae el título era ‘abandono de persona’ a pesar de que la resolución no hablaba de ese delito. Nos dimos cuenta de la operación de instalar lo que dijo ese juez, que hizo un resumen deliberado de un fallo que no dice lo que él hubiera querido que diga. Hemos caído todes en lo que ellos quieren que nosotros digamos, y todos lo están repitiendo. La Cámara no acota la reapertura de la investigación para investigar solo un abandono de persona. En segundo lugar, dice que hay que investigar una muerte traumática en un contexto de represión estatal. Y si ordena hacer medidas de prueba quiere decir que falta la investigación. Una vez que comience, el resultado puede ser cualquiera.
–¿El abandono de persona es una omisión dolosa?
–Sí, pero no se aplica a personas que están en una situación de riesgo personal. Esto significa: estoy en la playa, sé nadar y veo que se está ahogando alguien. El mar está picado, no me animo a arriesgar mi vida. Los mapuches no tenían la obligación de haber vuelto a rescartarlo. Pero pongamos la hipótesis que quieren instalar: Santiago se estaba ahogando y los mapuches lo dejaron. No hay ninguna omisión de parte de Matías Santana, Lucas Pilquiman o Nicasio Luna si es que fueron ellos los últimos en haberlo visto, algo que nosotros dudamos. Pero aún en ese caso no tenían obligación porque corrían riesgo sus vida, como mínimo de ser detenidos. Jamás puede caer sobre ellos. Y esto la Cámra lo sabe.
–¿A los gendarmes sí les cabe ese delito?
–Absolutamente sí, como mínimo.
–De hecho, Nicasio Luna dice que Santiago le dijo ‘peñi, siga usted, yo no puedo más’.
–Todos estaban resguardando su libertad y su vida. Si ese momento existió había un riesgo cierto para ellos, por lo tanto no hay obligación. El derecho no pide conductas heróicas, como hubiera sido la que pretenden reclamarles, que se vuelva un héroe, que se vuelva el salvador de alguien a costa de su propia vida, un mártir. Eso el derecho no lo exige, no hay obligación, no podrían ser imputados por abandono de persona.
–¿Cómo sigue la causa? ¿Va a recusar al juez Gustavo Lleral?
–Lo vamos a definir con Sergio (Maldonado). La afirmación de descartar la desaparición forzada es contradictoria con lo que dice la propia Cámara cuando reconoce que no sabe ni siquiera cuándo murió Santiago. La diferencia de entre 50 y 70 días es demasiada. Si Lleral sigue lo vamos a recusar. Nuestros argumentos para apelar su cierre de la causa fueron tomados en cuenta, y la Cámara lo deja en claro cuando dice que no tienen certezas en cuanto a la autopsia. El criminalista Enrique Prueger está citado, junto con Sara Maldonado, el agravio nuestro es que Lleral rechazó convocarlos. La Cámara deja bien claro que las querellas estuvimos todo el tiempo pidiendo pruebas y Lleral las fue rechazando sin dar fundamentos. Lo que vamos a aceptar es la reconstrucción de los hechos con el Equipo de Antropología Forense (EAAF) porque estuvo una sola vez en el lugar, y en diciembre cuando Santiago murió en invierno.
–El perito de ustedes era del EAAF. ¿Hicieron un replanteo al respecto?
–En relación a (Alejandro) Incháurregui no es cierto lo que dice el libro que salió. No tenía relación con él, fui el 22 de agosto ante el Equipo y pedí colaboración. Sergio, Andrea y yo conocimos el mismo día a Incháurregui a través de Mario Coriolano, defensor de Casación, con quien yo había trabajado en el caso Iván Torres. En ese momento ya no formaba parte del EAAF. Sinceramente no había expectativas de encontrar el cuerpo, menos en el río. Lleral nos informó el 13 que el 17 iba a hacer un nuevo rastrillaje. Estábamos a cien kilómetros de Esquel y El Bolsón, ocho horas parados al lado del río sin saber si era Santiago, solos. El 20 estaban los peritos de cada parte en Buenos Aires, no tuve tiempo material de pensar en un médico perito forense. Nunca imaginé que el cuerpo iba a aparecer en el río que había sido rastrillado tres veces. Entonces, cuando aparece el cuerpo el que va en nombre de la familia es un antropólogo. Luego le preguntamos a Incháurregui si con esa misma autopsia los hechos pudieron haber sido diferentes, que Santiago haya tragado agua, y que desvanecido lo hayan sacado, o como dicen dos testigos, se entregó y por eso no hay rotura de las ropas. Le dijimos si podría ser que comenzó la hipotermia, haya muerto y lo hayan vuelto a arrojar al agua, siguiendo los datos de la autopsia. Nos contestó a los tres que sí, que era posible. Le pedimos por favor que lo dijera pero nos respondió “es una cuestión semántica”. Si me vuelve a suceder tendré todo un equipo de peritos.
–¿Qué pasó entonces en la autopsia?
–Nunca imaginé que iban a ser tan miserables y temerosos. Tenían la presión del gobierno y la ministra, encontraron un cuerpo que no decía lo que ellos creyeron que iba a decir. Y entonces, acá no pasó nada. El razonamiento que usaron los peritos es idéntico al de Lleral y también igual al que aplicaron los jueces en el caso de Lucía Pérez, son sentencias calcadas: como no hubo empalamiento no hubo nada. Es mi mirada feminista del derecho, contra lo establecido y lo que quieren imponer. Me resisto a esa lógica del derecho patriarcal, sexista y machista. Santiago era un cachetazo a eso. Los peritos al no encontrarse con un cuerpo con una bala, quebrado o todo rasgado se asustaron y dijeron que no pasó nada. Hicieron un informe horrible, de las 100 páginas la mitad son las firmas, mientras por lo bajo iban diciendo ‘bueno, sí, no pasó nada’.
–La fiscal Silvina Avila pasó a Caleta Olivia, le toca el caso del ARA San Juan. ¿Cómo sigue la causa Maldonado?
–Tenemos diez días para apelar o no el fallo de Cámara. Si Echazú tiene una verdadera defensa independiente del ministerio de Seguridad sería lógico que apele, porque volvió al expediente como imputado. En un concurso del ingreso democrático, Avila rindió pero salió última. En Comodoro saben que es una inoperante grotesca. Si va al caso ARA San Juan es porque la pusieron para garantizar la impunidad. No pueden ser los jueces Otranto ni Lleral. Podría caer en el juzgado de Parcio, o Sastre, que fue ya apartado en una causa por la desaparición de César Moncalvez. El Estado no está preparado para investigar un delito cometido por el propio Estado.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/217015-el-fallo-de-camara-no-habla-de-abandono-de-persona