El escándalo desatado por la red de espionaje ilegal resuena fuerte por estas horas en la Corte Suprema de Justicia. La novedad es que otro ministro sospecha que fue espiado por la banda de Marcelo D’Alessio. Además, en la Corte creen que “sería un escándalo” que le saquen la causa al juez Alejo Ramos Padilla; deslizan que el fiscal Carlos Stornelli no se presenta a declarar porque “tal vez tiene miedo de ser procesado” y no descartan que el expediente llegue al máximo tribunal.
Mientras crece la expectativa por el fallo de la Cámara Federal de Mar del Plata respecto de los planteos de incompetencia del juez Ramos Padilla, en la Corte creen que la pesquisa debe quedar en Dolores. Una altísima fuente del máximo tribunal aseguró a PáginaI12 que “sería un escándalo” si la investigación pasa a Comodoro Py y consideró que es muy difícil de sostener jurídicamente un desguace del expediente, como trascendió que podría suceder. El fiscal ante la Cámara de Mar del Plata, Juan Manuel Pettigiani, ya dictaminó que la causa no tiene que seguir en Dolores. Los jueces Alejandro Tazza y Eduardo Giménez tienen plazo hasta este viernes para definir, mientras sobrevuelan rumores de fuertes presiones sobre estos camaristas, por parte de un sector interesado en que dictaminen a favor del reclamo de incompetencia presentado por el falso abogado Marcelo D´Alessio y por el fiscal Carlos Stornelli.
Además de la posibilidad concreta de que los jueces de la Corte Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz hayan sido espiados por la banda liderada por D’Alessio, las mismas fuentes confiaron que Ricardo Lorenzetti está seguro de que detrás de las sucesivas denuncias de Elisa Carrió en su contra estuvo siempre esa banda.
—¿Especulan que es así o están seguros? –preguntó PáginaI12.
–Son ellos. Estamos seguros. Lo sé porque los investigamos –dijo el interlocutor.
Y no solo eso: hace más de tres años, al inicio del gobierno de Macri, cuentan que Lorenzetti recibió una foto en su teléfono celular. En la fotografía estaba su propia imagen. Según confió a su entorno, el hombre de Rafaela leyó este hecho como un mensaje mafioso. Ya es sabido que parte del modus operandi de la banda era hacer un seguimiento de sus víctimas, sacarles fotos y mandárselas, como método intimidatorio. Luego apareció una pintada a dos cuadras de la casa de la madre del juez y después comenzó la embestida judicial de Carrió. Por lo que señalan en Tribunales, Lorenzetti cree que todos estos hechos están relacionados entre sí y el denominador común es la asociación ilícita que investiga Ramos Padilla.
Al comienzo del gobierno de Macri, Lorenzetti recibió una foto con su propia imagen en su teléfono celular y al tiempo fue denunciado por Carrió. Ahora asocia aquel hecho al modus operandi de la banda de D’Alessio.
Hace exactamente un año, cuando aún no se conocía la existencia de la organización, en una entrevista con la cadena norteamericana CNN, Lorenzetti había señalado que era víctima de espionaje ilegal aunque sin dar mayores detalles: “Hemos tenido muchas agresiones públicas. Me realizaron una investigación ilegal”, dijo. “Con las críticas se busca presionar a la Justicia”, agregó. Y recordó que “ni bien asumió este Gobierno tuve una pintada muy agresiva en la casa de mi mamá en Rafaela, Santa Fe. Después, a los 15 días, Elisa Carrió me denunció por enriquecimiento ilícito. La denuncia de Carrió quedó en nada”. La legisladora oficialista presentó diversas acusaciones en los tribunales federales. Además de acusarlo de presunto enriquecimiento ilícito, lo denunció por tráfico de influencias y por los presuntos delitos de encubrimiento, incumplimiento de deberes de funcionario público y malversación de caudales públicos. Además, Carrió presentó un pedido de juicio político aduciendo mal desempeño y otros delitos.
De comprobarse una intimidación al ex presidente de la Corte, tres de los cinco ministros del máximo tribunal habrían sido víctimas de la banda paraestatal, lo que constituye un hecho de extrema gravedad institucional. Según contó el ex espía Rolando Barreiro –detenido y procesado en la causa–, D’Alessio le dijo que “Rosatti y Rosenkrantz no van a poder explicar cómo viajaron tanto a Panamá y Miami”, haciendo gala de conocer los supuestos movimientos de los jueces. Hasta el momento, el espionaje ilegal comprobado por los investigadores fue realizado en perjuicio de Gabriel Bouzat, socio del presidente de la Corte, Rosenkrantz. Bouzat fue a testificar a Dolores y cuando le mostraron el listado de sus entradas y salidas del país que tenía el falso abogado en su computadora aseguró que eran datos reales.
La competencia
Las mismas fuentes adelantaron a este diario que la disputa por la competencia de la causa podría llegar a la Corte. Si la Cámara de Mar del Plata le saca la investigación a Ramos Padilla, las querellas van a apelar a Casación. En caso de que el máximo tribunal penal no se defina al respecto, podría haber planteos que golpeen las puertas del Palacio. Tal vez esto explica que los ministros se muevan cautelosamente a la hora de denunciar a la banda o de pedir ser querellantes. En un futuro podrían tener que fallar sobre el expediente.
En una de las oficinas más importantes del cuarto piso del Palacio de Tribunales se ocupan de mostrar satisfacción por el curso de la investigación. Y recuerdan el apoyo económico que le otorgaron a Ramos Padilla, cuando el mismo día del discurso de inauguración del año judicial a cargo de Rosenkrantz, y a menos de 24 horas de presentado el pedido de juicio político contra el juez de Dolores por parte del Poder Ejecutivo, firmaron una acordada en la que le dieron un auto y dos contratos. Fue un apoyo concreto, un claro mensaje de respaldo.
Sin apoyo
En el mismo despacho del Palacio se ocuparon de señalar que consideran que el fiscal Stornelli, quien está en rebeldía hace más de un mes, debería responder al llamado a indagatoria. “En algún momento se va a tener que presentar. No le va a quedar otra. Tal vez tenga miedo de ser procesado, pero hasta como estrategia jurídica es malo no presentarse.” De esta manera un sector de la Corte, de muy buenos lazos con Comodoro Py, deja entrever que es difícil apoyar a Stornelli en su plan de no ajustarse a derecho, ya que entienden que un fiscal de la Nación no puede estar en rebeldía de ninguna manera. Se suma así a lo que ya había dicho públicamente Horacio Rosatti sobre los faltazos del fiscal de los cuadernos, en una entrevista con Edi Zunino: “Si no hay ejemplaridad moral, es muy difícil generar seguimiento de conductas (…) Son las reglas, si uno no respeta las reglas, no puede pedir que el resto las respete”.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/191022-lorenzetti-cree-que-d-alessio-y-su-banda-lo-espiaron