Cristina Fernández de Kirchner quiere hablar en el juicio. Quiso hablar este martes mismo, pero su abogado, Carlos Alberto Beraldi, explicó que las audiencias se abren formalmente cuando se termina de leer la acusación. Eso llevó a la ex presidenta a desistir de pedir la palabra ayer mismo.
Como se sabe, los imputados en un juicio oral pueden hablar en cualquier momento, una vez abierto el proceso, después de la lectura de la acusación. El cálculo es que las 600 páginas de las imputaciones van a tardar dos o tres audiencias más, o sea ocuparán los próximos dos o tres lunes.
Habrá que ver si después de la lectura, la ex presidenta mantiene la decisión de intervenir fuertemente en el juicio. Por lo menos este martes tuvo toda la intención de hacerlo.